jueves, 23 de octubre de 2008

Estress?

Últimamente esta palabreja aqueja a la mayoría de las personas que vivimos en esta ciudad y en cualquier otra, todo el mundo dice que padece estress o stress; que si todo sube, que si los hijos están enfermos, que si la pareja anda en malos pasos, que si ya te despidieron, que si tienes examen; total, que pareciera que el estres, produce más estres.
La vida es simple y llana, no tiene complicaciones en realidad, pero eso se entiende cuando estas en un hospital o separado de tus seres queridos, cuando la biopsia salió positiva, cuando el resultado es positivo y no era eso lo que se deseaba.
Cuando se anhelaba un resultado negativo y te has pasado la noche implorando; cuando escuchas los disparos acercándose al poblado y sabes que pronto habrá que abandonar la casa, cuando el mar se escucha fúrico y la tempestad avanza. Sólo ahí es cuando uno entiende que no importa si se tiene o no un título, si se posee o no una buena cantidad de dinero, nada de eso ayudará.
Es común que en un caso de estress post-traumático (como dicen los médicos, un dolor profundo, como decimos los simples mortales), la persona busque aislarse, suplicando en silencio que no la dejen sola, se siente culpable y sin ánimo de seguir luchando. El entorno se encarga de sostener y hundir más a la persona, algunos se mantienen al tanto de cada cambio anímico, otros se desviven por exigir que se elimine ese mal ánimo, diciendo que "nadie se ha muerto aún"; sin saber que para el afectado el único que se muere es él mismo.
Cuando los resultados son positivos, la situación es contraria, los que siempre dicen que nadie se ha muerto, se dan la media vuelta, escondiendo las frases de lamentaciones y falso apoyo.
Aquellos que siempre están al pendiente inician una batalla al lado de la persona, luchan contra la muerte, luchan contra la naturaleza, luchan contra la guerra...
De cualquier manera, sea por una prueba mayor o una menor, para el afectado la dimensión es igual, la angustia es la misma y el dolor insoportable. Por eso es tan importante cuidar nuestras palabras y actos cuando alguien se encuentra "estresado", pues la palabra mal dicha, puede causar estragos severos, aunque no sea mal intencionada.

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