Gracias a mi último escrito, que dicho sea de paso, no me aceptaron, mi jefe resolvió hoy que por fin puedo tener un poco más de cercanía con todos ustedes.
A qué me refiero? Han decidido que mis letras tengan un poco de cara y tengamos una comunicación de comentario continuo.
Para mí es un honor, pues he podido dejar atrás esa ambiguedad de letras que tal vez tocaban algo, pero que no contaban las historias desde la intimidad que deseaba.
Así es que desde hoy se inicia una buena relación, desde la ciudad y hasta donde el mar termine.
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