lunes, 24 de noviembre de 2008

Aborto o adopción?

Hace poco le entregaron en adopción a una niña a un amigo mío.
Durante años, su esposa intentó quedar embarazada, pero no lo logró; se sometió a varias inseminaciones artificiales, pero al final, siempre perdía el embarazo.
Él, al ver el dolor que cada pérdida le ocasionaba, optó por aceptar iniciar los trámites de adopción. Sin embargo,se toparon con otro problema, por la edad de ambos, el sistema gubernamental ya no los consideraba candidatos aptos para entregarles una criatura.
En el colmo de la desesperación y negándose a renunciar a la paternidad, acudieron a un centro privado,en donde atienden jóvenes en situación de embarazo no deseado.
En este centro las atienden durante la gestación, parto y post-parto, con la condición que una vez nacido el producto, este deberá ser entregado a la institución y ellos a su vez lo entregarán a una pareja que previamente haya realizado todos los trámites....
La información en relación a estos centros es limitado y esta al alcance de sectores de un nivel educativo mayor.
En tanto, el gobierno aprobó la ley que autoriza el aborto en las primeras semanas de gestación.
Realizarse un aborto no es nada sencillo; las mujeres que optan por esta decisión son juzgadas duramente, nadie se ha detenido a analizar lo que pasa por las mentes y las almas cuando entran a cirugía.
Por principio hay el miedo a lo que puede pasar, el maltrato pareja, familia y sociedad, sin olvidar el de algunos médicos; recuerdo mucho el caso del pobre médico al que cesaron en un hospital porque se le ocurrió regañar a una paciente, diciéndole que porque lloraba si cuando había abierto las piernas no había llorado ¡?
En las estadísiticas se registra un fenómeno extraño, el 90% de las mujeres que abortan una vez NO lo vuelven a hacer. Ni podemos ni debemos juzgar a todas por el 10% restante, ¿Qué es peor, abortar o condenar a ese niño a una vida de infierno, hambre, y sobre todo, desamor?
Ahora bien, ceder en adopción es también una condena, pues por la mente de una madre siempre pasará la imagen y la pregunta: "¿cómo estará?.
Abortar es matar y matarse con él.
Ceder en adopción es dar vida y morirse con él.
Si no hubiera estos sistemas personas como mi amigo y su esposa, cargarían el estigma de haber deseado brindarse y no poder hacerlo.
Si la ley de aborto no se hubiera aprobado, cientos de mujeres segurían muriendo en una sucia mesa de cocina.
Si la educación sexual dejara de ser un tabú, esto no sería necesario...
Y entonces las adopciones solo serían de niños cuyos padres murieran de alguna trágica manera.
De cualquier manera, si es por amor y para amar, creo que esta bien hecho.

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