martes, 11 de mayo de 2010

Olvídate de la muerte que no existe!

Olvídate de la muerte, que no existe...

Parece fácil,como siempre, hablar no produce dolor, mas que en el que llega a escuchar.
Y es entonces cuando el alma se estremece ante tan avasallador  comentario.

Religiones van y vienen, tiempos van y vienen, lo que se queda se lleva tatuado.
Uno sabe bien que siempre habrá un riesgo, un instante en el cual el ángel de la guarda se ha quedado dormido por míseras fracciones de luz.
Pero en ese justo instante es cuando la sentencia vuelve a tomar fuerza y sin compasión alguna comienza de nueva cuenta a ser ejecutada.

Los recuerdos se hacen más vívidos, y de los ojos escapan lágrimas sin contención alguna...el miedo se hace presente.
Aparecen las memorias de la juventud, los tiempos de la bonanza, de la esperanza.
Aquel tiempo que los médicos insisten en llamar irreal y al cual si se renuncia, no queda más fuerza ya para seguir avante.
Por momentos se escapa a dimensiones seguras, donde no se tiene el dolor del cuerpo, pero sobre todo, el del alma no existe.
Justo hasta antes del '83, justo hasta antes del '89, justo hasta antes del '93.

De manera extraña se intenta comprender que en verdad, la muerte no existe, es tan sólo un  cambio de estado, una evolución, de cualquier manera ¿acaso no hay suficiente gente aguardando para abrir el camino? ¿para hacerlo menos obscuro?

Es egoísmo puro al no desear abandonar y caminar desde otro lugar; desde esa playa serena y tibia que siempre se anhela en los más secretos sueños, pero a la cual se accesa por un obscuro paraje, tal vez plagado de cardos silvestres.
Cuando se comprenda que ya hay quien los aparte del paso, será más sencillo.

1 comentario:

  1. Querida Ana:
    ¡Que magnífica reflexión! Cada respiración completa es un nacer y un morir. Cada instante es un universo intemporal. Apego a la vida, apego a la muerte, apego a... todo eso genera sufrimiento. La actitud vital de vivir y absorber cada instante en su sencillez hace que la muerte sea compañera de la vida. Religión es "religar", no solo con un concepto "teísta" o alguna deidad; se puede "religar" con uno mismo, con conceptos como la bondad, la belleza o la propia naturaleza.
    Me dejas pensando sobre este post...
    Un fuerte abrazo.

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