martes, 18 de mayo de 2010

Sabio silencio...

Prometí que no iba a escribir nada hoy, y mucho menos al respecto, pero la música ha revoloteado todo el tiempo, ha cuestionado a mi alma


Y por más que deseo acallar la mente, hoy ha entrado en franca rebeldía, impidiendo el silencio.

¿Qué puede doler más? Conocer el propio dolor, o bien constatar el del otro.

A veces las memorias se agolpan y entrorpecen la visión, llegan a asfixiar.
Es simple, lo que para unos es complejo,

Los meses van y vienen, las culpas se arrastran y arremeten contra los demás...
Un relámpago, un quantum, un instante, lo que puede ser un experiencia justa se torna en un cruel grillete.

Los juicios siguen siendo implacables, sabio silencio que acompaña a la noche...
Alabastrino amanecer, lo que he sido es lo que soy.

Culpas sí, muchas, arrepentimiento: ninguno.

Y tomando fuerzas, si acaso se escucha mi voz,
consiguiendo así un poco de claridad...

Esta vez, no tengo miedo...

Duele más, volver a empezar,
Volver a respirar, volver a caminar.
Desde abajo, desde la ignorancia, sí ésa que te hace desconocer los secretos de mi alma,
Suponer acaso mi deseo vengativo, absurdo e inexistente,
Pero puro y real para tí...

Esta vez no tengo miedo...

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