La interpretación siempre será personal, alimenta o destruye, según sea el momento oportuno para cada lector. Catarsis, opinión, duda, pasión, emociones puras todas. Todas dignas de leerse, todas dignas de interpretarse libremente. La visión de cada lector, jamás se acercará siquiera a la del autor, esa es la función, permitir escudriñar en diferentes mundos, en los cuales, yo soy responsable por lo que escribo y usted por lo que siente al leer.
lunes, 22 de junio de 2009
La muerte... en paz
Hace unas horas me detuve a pensar en como han sido los cambios en las emociones a través de los años.
Con algunos lloré durante horas y horas, con otros ni una lágrima cayó en el momento de la despedida.
Parece tan extraño como las historias se repiten y como los aprendizajes a veces no son aceptados tan rápido como debieran.
Llorar es limpiar el alma, aún cuando a veces el pecho se sofoque sin poder llenarse de aire de nueva cuenta.
¿Cómo se le hace para volver a vivir cuando lo más querido se ha marchado, ha cambiado de plano, pero aún se percibe su esencia en nuestro entorno?
Es difícil aceptar la muerte en paz,pero es más difícil vivir en paz con la muerte.
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Es dificil, querida amiga. Hay que abrirse a las emociones, soltarlas... aceptar la impermanencia y meditar sobre los apegos.
ResponderEliminarEl dolor por la muerte de un ser querido nos sumerge en la vida... en el flujo eterno de la existencia.
Un cordial saludo y mis mejores deseos en el Dharma.
No sé como pero se aprende. Y se aprende cuando aceptas el camino de quien se fue, su destino. Bueno, al menos es lo que a mí me ayudo con la muerte de mi hermana menor.
ResponderEliminarSaludos!
Estimado Maestro:
ResponderEliminarEs verdad, sólo en el clímax de las emociones nos enfrenta a la realidad misma de la vida.
Estimada Bahhia:
ResponderEliminarEl dolor es el mejor maestro y al sentir y entender es cuando el aprendizaje se dá.
Gracias por compartir la intimidad.
Saludos.