El tiempo no regresa, dice el viejo adagio, pero si bien es cierto, también aplica aquello que reza que se le puede volver a dar cuerda.
Las cosas no cambian, cambias tú, aún a pesar de los demás, aún a pesar de las personas más amadas alrededor de uno.
Hay circunstancias que nunca cambian, aparentemente,todo esta en constante evolución, en constante giro.
¡Cuántas cosas no nos han echado en cara desde siempre?
Infinidad y cuántas veces no nos han hecho dudar de la adecuación de nuestros actos.
Caray es tan necesario tener de vez en vez una frase, una sonrisa, algo que alimente el alma en lugar de sumirla en la más terrible obscuridad.
Estimado amigo:
ResponderEliminarInteresante su reflexión.
Todo es impermanente, en constante cambio. No debemos apegarnos a nada, ni al "ayer", ni al "hoy, ni al "mañana", porque eso crea dualidad y sufrimiento, además de alejarnos de la verdadera Sabiduría.
Un blog muy interesante.
Mis mejores deseos en el Dharma.