Control mental

Hace unas horas que estoy luchando contra mi propia mente; nada más no se quiere callar; ya le expliqué que así no ayuda en nada, si se mantiene juzgando y criticando poco podrá proveer a este nivel en que hemos sido depositados... pero no entiende sigue cuestionando.

Le ha dado por reclamar el exceso de trabajo,por la falta de conciencia entre las personas a quienes ha tenido que atender.
Le ha dado también por no comprender como, si lo único que desea es resguardar la tranquilidad de los demás, estos a su vez se gozan en burlarse de sus intenciones.

Esta cansada de leer y releer una serie de chistes malos en relación al trabajo que le ha tocado.
¿Cómo es posible que le haya llegado una recomendación de Derechos Humanos,porque insiste en que se deben lavar las manos y usar un cubre bocas!!

Y a pesar de todo, sigue luchando, la parte inteligente se impone nuevamente y vuelve a enfundarse en la bata para atender de nueva cuenta.

Pero mi mente también tiene una parte muy animal, y se enfurece cuando escucha a los demás reclamar porque la atención por paciente es de 8 minutos ¿!!? Alguien sabrá cuánto tarda un médico en diagnosticar a una persona? Claro, lo más seguro es que después se quejarán de que se les trata como autómatas y no se detienen a resguardar las emociones del paciente, si no verán...


¡Cómo quisiera que todas y cada una de las personas que se burlan de nosotros nos acompañaran el pabellón!

Sin embargo debemos retomar la responsabilidad de nuestra profesión y aparte de curar el cuerpo, debemos tranquilizar y curar las almas de nuestros pacientes; debemos llevarles la tranquilidad para descansar sus miedos.

Busquemos la manera de rodear de luz a aquellos que nos rodean, por muy difícil que parezca.

Sé bien que sólo ansiamos dormir 12 horas seguidas y despertar en una cabaña en la playa, en una cama con sábanas de lino blanco... Ya llegará....