jueves, 2 de abril de 2009

El tiempo se detuvo

Me detectaron cáncer...
El piso desapareció, dejé de escuchar las voces a mi alrededor...
¿Qué voy a hacer? ¿Qué va a pasar?
¿Me voy a morir?

Cirugía....es lo único que escuché,
Quimioterapia, varias sesiones...

¿Y mis hijos?
¿Y si brinca a otro órgano?.

Salí del consultorio con la cabeza hueca, me duché durante horas, todo había perdido sentido; la junta, el proyecto, lo único valioso era el tiempo a pasar con mis seres amados.

Al fin me operaron, el dolor en la noche era insoportable, me inyectaron un analgésico derivado del opio en la vena, no supe más de mí hasta el día siguiente...

La siguiente semana inicié las sesiones de quimioterapia, ardía como si las venas se abrieran cuando uno se quema con agua hirviendo, salvo que la sensación abarcaba todo el cuerpo.

Una hora después, la tortura había terminado, parecía que no pasaría nada más, bueno no era tan malo después de todo.
Pero hablé antes de tiempo, por la noche conocí un ángulo de mi baño que ignoraba hasta ese momento, pasé gran parte de la madrugada vomitando.
Cuando amaneció estaba agotada, pude dormir unas cuantas horas...

Pasaron quince días de igual forma, cada tercer día iba a la sesión, al día siguiente a media tarde mis hijos invadían mi cama con sus risas e ilusiones, me preparaban para el día siguiente.

Un día se me reventó la vena y se infiltró el químico, las enfermeras corrían y yo sentía que me quemaba por dentro.
El médico decidió que era momento de insertarme un catéter permanente a nivel de la clavícula, ahora la quimio sería aplicada desde ahí; el dolor aumentó, cada sesión el pecho me reventaba...

25 sesiones después, 15 kilos menos, se acabó...
Debía descansar unas semanas y volver a hacerme pruebas.
Parecía que la vida empezaba de nuevo, comer sin que me ardiera la boca, sin que se llagaran las mejillas era un placer.
Pasar un día entero sin volver el estómago era un placer.
Mis hijos dejaron de llorar y yo con ellos, mi pareja podía dormir, aunque a media noche se despertaba aún para revisar que seguía respirando...

-Malas noticias- dijo el médico- hay una metástasis a páncreas, ha avanzado mucho... lo lamento...-

Mi reacción fue de ira total, 25 visitas al infierno, una cirugía mutilante y todo para que con un simple "lo lamento" se quede todo?
Que me vuelvan a operar, que me den más quimio, que me den radiaciones, ahora que aprendí a ver la belleza de la vida no puede ser que la abandone.
Ahora que entiendo que el carro del año no sirve de nada, que las apariencias no sirven de nada, ahora debo despedirme?

Las semanas pasaron y nada cambió, la vida continuaba, solo que ya no bajaba tanto a comer con ellos, el jardín dejó de ser mi refugio, en la ventana de mi habitación, mi pareja colgó varios bebederos para que los colibríes se acercaran.
El catéter no me lo retiraron porque la anestesia me hubiera matado.

Mi pareja aún despierta de madrugada pero ya no revisa mi respiración...
Mis hijos cada día están más grandes, siguen avante...
El dolor terminó....
Todo terminó...

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