jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Para qué esperar más?

Cuando la tristeza se ha estancado,
cuando el desasosiego se ha mudado a la cama...
Cuando por más esfuerzo y entrega que se haga,
de cualquier manera todo se apaga...

Y desde ese momento, la nostalgia es fiel compañera,

¿Para qué esperar más?
Si de una u otra manera los fantasmas siempre afloran
y comparten la cena todas las noches

¿Para qué esperar más?
Si el único aliento son los recuerdos de tiempos pasados

¿Para qué esperar más?
Si las memorias ajenas son ahora las propias,
y cada paso se convierte en una tormenta.

La última vuelta del citrillo
ha marcado el nuevo destino,
aún cuando el camino se vislumbre de lo más triste,
pero... para qué esperar más?
si la estancia a su lado ya esta llena de minas emocionales
y por más buena voluntad...ya no hay marcha atrás.

Por eso mismo, ¿para qué esperar más?

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